A propos des discussions sur les modes d'organisations j'ai trouvé ce texte dans le journal 'Humanidad du Pérou (les nouveaux amis de l'AIT), qui regroge par ailleurs d'articles fouillés et intéressants (pour les hispanopones)
En 2008 ils avaient publié un texte sur l'appel à la formation d'un réseau. Pas encore eu le temps de traduire (ni de vraiemnt lel ire en fait), mais je le copie colle pour info et mémoire
“ Hacia la unión de los Anarquistas
Una Red de grupos Anarquistas “
Para agitar y promover la Anarquía en la sociedad peruana necesitamos unir nuestras fuerzas.
La única manera para ser consistentes y consecuentes con nosotros mismos y nuestra filosofía anti autoritaria y autogestionaria, es tomando decisiones en forma consensual, cara a cara.
Eso es conocido como "democracia directa", donde la toma de decisiones nunca será de una élite, grupo de elegidos, delegados o representantes. En otras palabras las decisiones siempre se resuelven en cada localidad, ciudad, y cada grupo.
NUESTROS PRINCIPIOS:
1.- En general, imaginamos la Anarquía como un mundo lleno de comunidades autónomas, donde el pueblo mismo controla todos los aspectos de su vida en todo nivel. Esta sociedad puede llamarse Sociedad Autogestionaria. La principal forma organizativa donde nuestra autonomía encontrará su expresión es la Asamblea, en nuestro
barrio, en nuestro lugar de trabajo y en nuestra familia extendida. Esto es básico para la organización y la toma de decisiones en la sociedad anárquica.
Eso significa que nuestra nueva sociedad, (la Anarquía) será organizada horizontalmente y no jerárquicamente.
2.- Hay que crear una sociedad ecológicamente sana y sostenible. Eso significa que tenemos que usar recursos energéticos renovables. Los principios ecológicos deben estar presentes en la agricultura, el transporte, y la construcción.
3.- Estamos por el principio de democracia directa. Rechazamos profundamente todo tipo de gobierno representativo (Burgués / Liberal). Las decisiones serán tomadas, después de discutidas, en las asambleas cara a cara, debatido entre los miembros de la comunidad.
4.- Tomaremos decisiones en forma consensual. Rechazamos la mayoría simple (mitad más uno), estamos en favor del procedimiento que logra la mayor mayoría posible en cada toma relevante.
LO QUE RECHAZAMOS:
1.-Luchamos para abolir el capitalismo, el estado y la religión y para construir una nueva convivencia social sin salario de esclavitud, sin mercado, sin moneda, contra las clases y las guerras.
2.-Estamos contra todo tipo de dominación, discriminación y opresión basada en raza, género, edad, preferencia sexual, etnia y nacionalidad. Todas las personas son y tienen derechos iguales. En particular estamos contra el patriarcado, racismo, homofobia, xenofobia y opresión de los menores por los adultos.
3.-Estamos contra destrucción del medio ambiente y abuso de los animales.
4.- Rechazamos las fronteras nacionales, y en su lugar estamos por el libre paso entre las fronteras antiguas.
OTROS PRINCIPIOS:
1. Las organizaciones Anarquistas no pueden imponer la Anarquía, solo pueden agitar por la Anarquía en varias formas. Los anarquistas organizándonos vamos a facilitar la agitación y las formas sociales que serán necesarias para construir la Anarquía. Una Red de Anarquistas todavía es una etapa lejana. Para establecer Anarquía necesitamos formas sociales que nos permitan manejar nuestras relaciones sociales en forma autogestionaria en toda nivel.
Estas formas sociales sólo pueden establecerse por gente que viven en su barrio, obreros en su lugar de trabajo, y los residentes en los complejos residenciales. Naturalmente, los Anarquistas pueden jugar un rol en este proceso, pero solo como una persona en su barrio, como trabajador o miembro del complejo residencial y no como miembro de una organización Anarquistas (con excepción de su rol como agitador).
Los seres humanos somos criaturas sociales (la Subjetividad está dialécticamente construida) y las palabras "Individuo" y "Sociedad" no explica adecuadamente la realidad de nuestra situación y nuestra vida. Eso significa, entre otras cosas, que no existe, no hay tal cosa como "individuo autónomo". Subsecuentemente, Anarquía no puede entenderse como una suma de tales individuos. También significa que "libertad" no se puede entender individualmente sino sólo como un orden social.
La libertad, y hasta la individualidad, sólo puede ser conquistado socialmente.
PAYMAN PIEDAR
Secunda parte
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James Herod en su libro llamado Ser libre:
creando una asociación democrática de barrios autónomos (
http://www.jamesherod.info) bajo de título "Federación y otras desilusiones" dice lo siguiente: "Los Anarquistas hace tiempo que han tenido desilusiones con la idea de Federación y parece que han resuelto el problema crítico de cómo pueden tener al mismo tiempo la democracia directa y una organización grande. Es una fórmula usada ritualmente que se repite así: "Federación en nivel de municipio, regional, nacional e internacional." Es una gran ilusión.
La federación crea jerarquía usando delegaciones (representativas) formando cada vez unidades chiquitas que toman decisiones y cada vez más remotas y lejanas de su barrio. Pero para ser aceptable esta idea es adornada con otras tres ilusiones: delegados mandatado, cambiando el delegado instantáneamente y separados de tomar decisiones políticas con la administración.
Yo creo que las tres ideas son erróneas e incompatibles con la democracia directa y consecuentemente con la Anarquía, autogobierno, y autonomía. La idea de delegado mandatado es un milagro porque a penas comienza la reunión todo está abierto. Las discusiones de los temas pendientes redefinen los temas. A veces, el cambio de una palabra en una propuesta puede alterar completamente el sentido e impacto de la propuesta. No hay forma que los delegados pueden evitar ejercer su propio criterio sobre los temas apenas comienzan las discusiones, no importa la detallada que sean las instrucciones que habían recibido antes. Entonces, la idea que el delegado mandatado mantiene las decisiones que habían tomado en la asamblea de barrio es una ilusión.
En resumen, yo no creo que delegados puedan ser mandatados. La idea de cambiar el delegado instantáneamente es también una ilusión. Para que funcione este concepto la gente en el barrio tiene que seguir las discusiones como si estuvieran ellos mismos en la sala de discusiones. Ellos tienen que tener los detalles y el último conocimiento de los temas pendientes mientras se desarrollan las discusiones entre los delegados.
Aunque la gente en el barrio esté mirando la conferencia en vivo vía televisión (algo imposible), para ejercer el cambio de delegado, ellos mismo tienen que reunirse en la asamblea del barrio y debatir si el delegado se ha desviado lejos de su mandato o no para justificar este cambio de mandato. Pero si ellos van a hacer esto, si ellos tienen conocimiento íntimo de los temas y este tipo de sistema de comunicaciones, mejor es que ellos tomen las decisiones directamente, sin el rollo de implementar tantos problemas con la conferencia de los delegados.
Sólo un minuto de reflexión será suficiente para saber que la idea de cambio de delegado es totalmente equivocada. Pero éste ha sido repetido sin auto-critica, por parte de los radicales por décadas. Con mucha similitud, la idea de separación entre tomar decisiones políticas con la administración no tiene sentido. Cualquier persona que ha hecho trabajo en un proyecto sabe que uno toma todo tipo de decisiones constantemente. Puede que sea la decisión más rutinaria y al mismo tiempo tener implicaciones políticas profundas. Pero hasta que una decisión esté bajo la crítica de los miembros y haya sido discutida, no estarán claras las implicaciones políticas. En otras palabras, será casi imposible separar decisiones puramente administrativas de las decisiones políticas porque cualquier decisión, supuestamente administrativa de repente tiene implicaciones políticas, la distinción es falsa. Es otra ilusión, una manera de convencernos que nosotros tenemos un proyecto basado en democracia directa, mientras que en realidad no la tenemos.” (Pag, 94-95).
Payman Piedar.
Ultima parte
En el número anterior de “Humanidad” escribíamos:
“En todo caso, es un hecho que nosotros sólo podemos derrotar a los capitalistas quitándoles el poder de tomar decisiones de sus manos, que afectan a todos los ciudadanos de una sociedad, reubicándolas como potestad de Asambleas Generales soberanas, es decir, cuando se instaure una Democracia Directa como proceso en el que participen todos”.
Este proceso de toma de decisiones, en el que intervienen negociaciones entre los grupos, asociaciones, colectividades, sindicatos, etc., a fin de evitar que los delegados expropien el poder a la mayoría, o sea, un proceso no vertical sino horizontal de toma de decisiones, es un poquito “pesado”, es decir, toma un cierto tiempo y genera la impaciencia de algunos. Puesto que las decisiones adoptadas en niveles superiores en el que se reúnen sólo los delegados requiere de una ratificación por las Asambleas de origen, hay personas que podrían sufrir una cierta molestia por la demora, pero qué apuro tenemos?.
En realidad, el único apuro que tendríamos es, supongo, el de “hacer la revolución social”. Así, el movimiento que se llamó de “la nueva izquierda”, en los años 60 y 70, parece que inventó el concepto de “prefiguración”, o sea el hecho de que nuestra práctica concreta, nuestro comportamiento y conducta, debería parecerse a lo que queremos como sociedad libre y revolucionaria del futuro (la Anarquía). Si bien la impaciencia podría haber precipitado la adopción de dicho concepto, sin embargo él es justo en la medida en que los medios deben supeditarse a los fines nobles que perseguimos y, además, es posible crear al menos elementos económicos, sociales y culturales de una sociedad nueva y diferente al capitalismo, al interior mismo de éste.
No estamos hablando de utopías locas e irrealizables, sino de hechos que aparecen en el mundo de hoy y que son resultado de las luchas de los trabajadores y de los pueblos en diversas partes del mundo. Por ejemplo, la huelga de los profesores en Oaxaca (México), al origen de un levantamiento popular (2006-2007), en el que las decisiones de la Comuna de Oaxaca (como ellos mismos se denominaron), tuvo muchos elementos de democracia directa, lo que llamaron “consulta a bases”. Es decir, las decisiones tomadas tanto en el sindicato de profesores como en la Comuna (popular) tenían que ser ratificadas por todos los miembros de ese movimiento en lucha contra un Estado terrorista.
Finalmente, también quisiéramos citar el caso de la ciudad de El Alto en Bolivia (800 mil habitantes), organizada en 600 Consejos de barrio, los que prácticamente gobiernan la ciudad. En estos consejos, integrados cada uno por alrededor de 200 delegados, se decide el rumbo de la vida en la ciudad, y allí participan los jefes de familia, delegados sindicales, organizaciones de oficio, asociaciones de pequeños artesanos y comerciantes, etc. Estos Consejos no son Asambleas completas de vecinos las que requerirían reunir por lo menos 1300 personas, sino Asambleas de delegados. Sin embargo, las decisiones vuelven a las organizaciones de base para ser ratificadas. Queríamos presentar estos dos casos, en nuestro Continente, para demostrar que la Democracia Directa no es una mera elucubración del intelecto sino una realidad normal a la que apelan los pueblos en lucha por un destino mejor, es decir, más igualitario y libre.
Payman Piedar